¡Aquí hay una revelación impactante! Según BARC Research, casi el 50% de todas las decisiones empresariales se basan en la intuición en lugar de en datos sólidos. ¿Pero cuánta de la información disponible en las organizaciones se está utilizando realmente?
Para las empresas que están en la vanguardia de la gestión de datos, el panorama es muy diferente. Estas organizaciones avanzadas están analizando un asombroso 60% más de su información en comparación con sus contrapartes rezagadas. Entonces, ¿cómo pueden las empresas transformar los datos en un activo valioso y aprovechar todo su potencial?
El Valor de los Datos como Activos
La respuesta a esta pregunta está en el concepto de “crear valor con los datos” o tratar los datos como un activo estratégico. Pero, ¿qué significa esto en la práctica?
En primer lugar, una organización debe identificar y priorizar los datos que tienen el potencial de generar conocimiento valioso. Estos datos pueden utilizarse para atraer a nuevos clientes o para identificar ineficiencias internas que afectan la eficacia operativa.
En segundo lugar, y esto es crucial, los datos deben ser utilizados. No sirve de nada acumular datos si no se analizan y se utilizan para tomar decisiones informadas. Es como tener una máquina costosa que ocupa espacio, se deteriora con el tiempo y requiere seguridad para evitar su robo. Del mismo modo, los datos pueden volverse obsoletos si no se les da un propósito y un uso.
En tercer lugar, los datos deben ser vistos como una fuente de valor en sí mismos. Realizar análisis de datos sin utilizar el conocimiento resultante para tomar decisiones es como tener una fábrica que produce mil autos al mes y no salir a vender ninguno.
Por último, la inversión en datos debe estar vinculada a su aprovechamiento. Es importante medir el retorno de la inversión en proyectos de datos en función de la mejora en los resultados que generan. Por ejemplo, si se invierte tiempo y recursos en mejorar la calidad de los datos, se debe evaluar el impacto y el retorno de esa inversión en lugar de esforzarse en perfeccionar todos los datos de manera uniforme.
En resumen, los datos son un activo valioso para las empresas, pero solo si se utilizan de manera efectiva. Identificar los datos clave, utilizarlos para la toma de decisiones, considerarlos como una fuente de valor y vincular la inversión en datos al beneficio son pasos fundamentales para desbloquear el verdadero potencial de los datos en el mundo empresarial.
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